El Módulo 3 marca el punto medio en nuestro recorrido de adaptación y escalamiento. En este módulo analizamos cómo anticipar el potencial de “ajuste” (o adaptación adecuada) de las actividades modelo en los sitios objetivo futuros. Luego veremos cómo establecer evaluaciones comparativas realistas para mantener el rumbo.
El acto de escalar las actividades incluye adaptarlas desde los sitios modelo hasta los futuros sitios objetivo. A veces no habrá que cambiarlas mucho para que funcionen bien en un sitio nuevo. Otras veces habrá que adaptarlas en muchos aspectos para que funcionen en un contexto nuevo. Le toca al socio implementador, en colaboración con el Mecanismo de Coordinación Nacional, decidir cómo podría cambiar una actividad y si funcionará en el nuevo contexto. En pocas palabras, eso es el ajuste.
Un ajuste se acompaña de muchos desafíos, y dos de los más importantes son:
Si el Mecanismo de Coordinación Nacional considera que una actividad va a ser difícil de ajustarla al sitio o a los socios, es es problemático. Por suerte, muchos de estos desafíos pueden superarse si se prevén con antelación.
EL DESAFÍO DE AJUSTARSE AL SITIO
Cada actividad de INSPIRACIÓN basada en la evidencia ha demostrado ser eficaz en un lugar concreto, con su propio entorno. Como vimos en el apartado Evaluación del entorno (Módulo 1), hay muchos factores que hacen que cada sitio sea único. A menudo, las actividades modelo provienen de otros lugares del mundo. Además de las diferencias medioambientales locales, también puede haber grandes diferencias políticas, económicas y culturales entre los sitios modelo y objetivo. Antes de seleccionar a los socios implementadores y las actividades de escalamiento, puede ser útil conocer las diferencias entre los sitios. Estas diferencias crean nuevos contextos para la implementación.
Si el contexto del sitio objetivo previsto no facilita la presencia de elementos centrales de la actividad, habrá que buscar una solución.
Los miembros del Mecanismo de Coordinación Nacional podrían considerar cómo cambiar el contexto en el sitio objetivo para que pueda aceptar mejor los elementos centrales. También podrían intentar adaptar la actividad modelo a los sitios objetivo, garantizando a su vez la fidelidad a los elementos que hicieron que fuera eficaz. La Herramienta 3A es útil para identificar estas necesidades y aprender sobre las diferencias entre los sitios modelo y objetivo.
elementos o piezas de una actividad modelo que han demostrado ser necesarios para el éxito de la actividad y que deberían estar siempre presentes durante el escalamiento. Los elementos centrales pueden adoptar formas distintas en contextos diferentes, pero deben cumplir los mismos objetivos.
contexto y lugar específicos donde una actividad modelo ha demostrado ser eficaz.
son los elementos de las actividades que pueden adaptarse fácilmente a fin de ajustar la actividad modelo a nuevos sitios y contextos. Estos elementos no se consideran centrales.
contextos y lugares en los que los organismos gubernamentales podrían querer escalar las actividades modelo basadas en la evidencia.
EL DESAFÍO DE LA CAPACIDAD DE AJUSTE DE LOS SOCIOS
Estudiar la capacidad de ajuste de los socios ayuda a identificar no solo vacíos que hay que considerar antes de seleccionar un socio implementador, sino también a destacar aspectos que deban reforzarse. Si un posible socio implementador en un sitio objetivo no está organizado para satisfacer las necesidades de la actividad modelo, eso puede ser problemático. E igualmente, si el posible socio implementador no tiene las mismas fortalezas y capacidades que los implementadores del sitio modelo, podría dificultarse el escalamiento.
En algunos casos, el Mecanismo de Coordinación Nacional + el Equipo de Recursos podrían generar ideas sobre cómo reforzar los puntos débiles presentes en el socio implementador. Si no es posible subsanar los puntos débiles de un socio implementador, seguirá siendo útil que el Mecanismo de Coordinación Nacional tenga conocimiento de esas brechas a la hora de supervisar y monitorear la implementación de las actividades. Sin embargo, si la capacidad es muy escasa, es posible que el Mecanismo de Coordinación Nacional tenga que reconsiderar su decisión de escalar al sitio objetivo. La Herramienta 3B ofrece una evaluación de la capacidad de los socios implementadores o de los socios potenciales, así como una guía para identificar las acciones de fortalecimiento de la capacidad.
HAY 2 TIPOS PRINCIPALES DE ESCALAMIENTO:
Para lograr un escalamiento exitoso y sostenido de una innovación hay que prestar atención tanto al escalamiento vertical como al horizontal. El siguiente gráfico muestra la relación entre estos tipos de escalamiento. Debemos aprovechar las oportunidades de institucionalización y expansión que se presenten. El escalamiento horizontal no será sostenible sin el vertical. Y sin el escalamiento horizontal, el vertical no tendrá el impacto deseado.
El escalamiento horizontal no será sostenible sin el vertical. Y sin el escalamiento horizontal, el vertical no tendrá el impacto deseado
Ambas dimensiones del escalamiento pueden y deben ser supervisadas a través de evaluaciones comparativas. Las evaluaciones comparativas se utilizan para establecer expectativas intermedias de progreso a fin de alcanzar los objetivos finales del plan de acción. Las evaluaciones comparativas son objetivos concretos e incrementales que deben cumplirse en el camino hacia la consecución de los resultados finales.
forma de garantizar que una actividad de prevención de la violencia infantil se distribuya más ampliamente en zonas geográficas y poblaciones.
forma de garantizar que una actividad de prevención de la violencia infantil se integre a los sistemas políticos, presupuestarios, administrativos, de capacitación y de prestación de servicios de un país.
El escalamiento vertical requiere integrar una actividad en las leyes, las políticas, los presupuestos, los planes de trabajo y las estructuras institucionales, tales como los centros de capacitación y los sistemas de información sanitaria. Para mantener el ritmo del escalamiento vertical, el Mecanismo de Coordinación Nacional debe establecer evaluaciones comparativas a fin de rastrear los diferentes elementos de la institucionalización, incluido el grado en que:
La Herramienta 3C ayudará al Mecanismo de Coordinación Nacional a identificar los objetivos del escalamiento vertical y a establecer evaluaciones comparativas a fin de medir el progreso y mantenerse en rumbo hacia esos resultados.
El escalamiento horizontal significa conseguir que una actividad funcione en más sitios o que llegue a más poblaciones. Ello implica capacitar a más personas para que ofrezcan la intervención, crear más recursos e implementar las actividades para llegar a una mayor audiencia en todo el país.
Por ejemplo, una actividad podrá podría de un único centro piloto en el que haya demostrado su eficacia a una escala mayor, por ejemplo, a todo un distrito o región, o quizá a todo el país. El escalamiento horizontal también podría ampliar el alcance de una intervención, al centrarse en más grupos. Por ejemplo, una actividad diseñada para las mujeres podría ampliarse para incluir a las adolescentes, o una actividad diseñada para los niños de ciudades podría ampliarse para llegar a los de las zonas rurales. La Herramienta 3D ayudará al Mecanismo de Coordinación Nacional a identificar los objetivos del escalamiento horizontal y a establecer evaluaciones comparativas a fin de medir el progreso y mantenerse en rumbo hacia esos resultados.
Recuerde que existe el riesgo de que las adaptaciones —especialmente cuando se trata de llegar a nuevas poblaciones objetivo— tengan que ser tan amplias que la actividad pierda fidelidad a sus elementos centrales. Siempre es importante evaluar si un nuevo enfoque cambia demasiado una actividad como para llamarla escalamiento.
Uso de la Herramienta R1:
Castro, F.G., Barrera, M., and Martinez, CR. (2004). The Cultural Adaptation of Prevention Interventions: Resolving Tensions Between Fidelity and Fit. Prevention Science, 5 (1).
Cohen et al. (2008). Fidelity Versus Flexibility: Translating Evidence-Based Research into Practice. American Journal of Preventive Medicine, 35, (5S).